22.11.05

De madre a hijo

Aunque aún eres muy pequeño
creo que debes saber
para que no seas uno de esos
que están ciegos y sólo escuchan
lo que les dicen que hay que escuchar
Y así confunden revolución
con terrorismo.
Y confunden también paz
con descuido.
Y libertad
con abandono.

Por eso tengo que contarte
que hay otros dictados
además de los del colegio
en que los que no saben ortografía
le ponen tilde a la crueldad.

Y usan reglas chuecas
por eso se olvidan de los derechos
No le ponen la hache al hombre,
para que ponerla si es muda.
Pero se acuerdan por ejemplo
de ponersela al hambre.

Las maestras enseñan
que derechos es solamente
lo contrario de izquierdos.
Y que la igualdad
solamente se da
en las cuentas matemáticas.

También enseñan que
si se juntan dos vocales
es un diptongo
Pero si se juntan
libertad y expresión
es una redundancia

Y que cuando no podemos
hablar ni con a, ni e ni o
Lo mejor es quedarse
con la vocal cerrada.

Y la verdad es que tu padre
no era de esos que se callaban
Pero tampoco era de esos
que sabían en que momento hablar.

Para que lo entiendas
él decía que no eran necesarios
profesores o directores
de corbata y fálcon verde
que podíamos educarnos solos
todos por igual.
Tan igual que nadie saldría
al recreo antes que otro
sino todos juntos.
Y si fulano terminaba la tarea
tendría que esperar a mengano
y a zutano.

Pero ese sueño
de tu padre y muchos otros
era difícil de cumplir
pues sus armas eran tizas
y cabeza y voluntad
Y las de sus enemigos
armas de fuego y borradores
que borraban hasta el documento.

Tu padre no está hoy acá
porque vivió en un cuento
que entre la introducción
y el desenlace
hubo un nudo
y fue alrededor del cuello
Hubo personajes
y eran todos malos
Hubo capítulos
y eran largos y pesados
Y hubo fin
y fue el de su vida.

Pero tenes que entender
que si hablamos de fin
nadie era bueno ni malo
todos luchaban por lo suyo
Con esto quiero decir que
los ideales justifican el fin
Pero el fin
...no justifica
........los medios.


Julian Pani, 22/11/05

1 comentario:

Julian, Hacklevel. dijo...

No, no es de Mario Benedetti. Es de Julian Pani.
Ojalá algún día alguien pueda inspirarse en mí como yo me inspiro en los grandes escritores.